Queda terminantemente prohibido ser tibio
Hoy, te vengo a recordar que te la juegues.
Te vengo a recordar que no necesitas el permiso de nadie, ni la aprobación de nadie para ser feliz. Te vengo a recordar que sos tu propio jefe, tu propio guía, tu propio motor y que si vos no te la jugás, nadie va a hacerlo por vos.
Dejemos de vivir en la mediocridad del miedo. En la costumbre de conformarnos. Confiemos en que hay algo más grande ahí afuera para nosotros, aunque no sepamos cómo mierda vamos a resolver todos los problemas que “van a venir”. Dejemos de “pensar en lo que vamos a hacer” algún día. Y hagamos. Digamos. Pensemos. Probemos.
La vida tiene un orden perfecto que a veces se siente como un gran caos. A veces las cosas parecen “salirse de control o de lugar”. A veces pasan cosas que aparentan ser un problema, pero en verdad son una salida. A veces la vida te pone a prueba. A veces te hace caer en las trampas. A veces también la vida te descoloca y a veces te pide que esperes. Que confíes. Y a veces la vida también, te guiña el ojo y como si nadie se diera cuenta, “te da una mano” para seguir adelante, mientras te da una palmada en la espalda para que sepas que vas bien. La vida es desordenada. Pero a la vez es muy coherente. Lo que pasa es que a veces, no sabemos mirar y nos perdemos de lo fundamental.
Hoy, dejemos de dudar. Dejemos de adelantarnos a lo que viene. Sea lo que sea que decidas hacer, jugatela y confía. Pero jugatela a fondo. Si te vas a equivocar, equivócate bien equivocado pero usa la experiencia para aprender y no repetir.
Pase lo que pase. Confía en que lo mejor esta por venir, y te aseguro que así será.
Feliz Vida.
Comments
Post a Comment