Recalculando

 Hoy pienso en la cantidad de veces que nos apuramos a decidir, a accionar, a sacar conclusiones. Pienso en lo poco que nos permitimos, a veces, disfrutar de “lo bueno” (total como es algo “bueno” no hay nada que analizar, ¿no?. Error). Pienso también, en lo incómodo que se siente cuando las cosas no son lo que solían ser y el poco tiempo que nos damos (y le damos a todo) para RE-CALCULAR y volver a mirar, a pensar, a elegir.

Desde hace unas semanas que vengo hablando del cambio interno, de la necesidad de avanzar e ir dándole lugar a ese “nuevo yo” que vos estás sintiendo (digo vos pero yo también lo siento, lo sienten mis clientes, lo estamos sintiendo todos). Pero en este “avanzar” no podemos, ni debemos, olvidarnos el pensar antes de accionar, el escuchar antes de responder, el tomarnos un tiempo para justamente volver a calcular, a preguntarnos lo que verdaderamente queremos ahora.

Los cambios externos, no se dan hasta que no cambiamos nuestra forma de ver y entender lo que vamos viviendo. Y la única forma de no repetir, es eligiendo algo diferente. Haciendo algo diferente.

Pero si no nos damos TIEMPO para RE CALCULAR, nunca, jamás haremos ni seremos, nada diferente.

Esta semana, date tiempo para recalcular. Para pensar. Para agradecer lo bueno y para hacer las paces con “lo malo”.

A veces, para avanzar, primero hay que frenar.

Feliz vida 💙