Algunos pajaritos no se pueden encerrar, se les va apenando el alma, de pronto ya no quieren cantar
🤯Pensamiento para pensar.🤯
¿Pensaron alguna vez, cuántas veces nos vamos diciendo cosas, nos vamos creando pensamientos, ideas, futuros que nos van encerrando cada vez más? Nos van robando la esperanza. La alegría y las ganas.
Casi sin darnos cuenta nos vamos contando una historia, sobre quienes somos (en general es la historia de QUIENES FUIMOS) y vamos a veces, encerrándonos en esa historia día tras día. Lo que nos sale bien, lo que nos sale mal, lo que odiamos, lo que nos gusta, la forma de reaccionar, y mil cosas más entran dentro de esta jaula personal. Y cómo vamos repitiéndonos esta información día a día, vamos actuando según esos límites que nos vamos auto-imponiendo.
Las jaulas mentales son las más peligrosas de todas porque como las construimos nosotros mismos a partir de nuestras propias experiencias y pensamientos, casi nunca las cuestionamos. Las jaulas mentales nos apagan el fuego interno. Nos hacen sentir chiquitos. Nos dejan prisioneros de lo que creemos que puede pasar y así es como nos acostumbramos a “dejar de cantar”. A dejar de sentir. De soñar. Dejamos de animarnos a desear más.
Hoy, te propongo que mires para “adentro” (adentro tuyo) y trates de ver, si por alguna de esas cosas, casi sin darte cuenta, estás (en algún área de tu vida) viviendo dentro de tu propia jaula.
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