Es liberador dejar de esperar lo que sabes que no va a suceder
Es difícil aceptar que a veces las cosas no son como esperábamos. Es duro darse cuenta que lo que uno pensó que iba a pasar, evidentemente no va a pasar. Hay que tener coraje para aprender a decir “ok. Hasta acá” y dejar de poner esfuerzo y energía en eso que tanto nos gustaba o ilusionaba.
Cuando aprendemos a ser honestos con nosotros mismos, cuando aprendemos a mirarnos, escucharnos y a aceptar que algunas cosas (por no decir la mayoría) no siempre salen como lo imaginamos o planeamos, podemos dejar de esperar. De forzar. Podemos liberarnos de la necesidad “egoica” de conseguir, tener, lograr y en los términos y formas que nuestra mente ideó.
Pero cuando te decidís a dejar de presionar por algo que ya sabes no es para vos, podes abrirte a la posibilidad de que algo mejor se arme en tu camino. Te liberas de la presión de conseguir eso que ya sabes no te hace feliz, ni te entusiasma ni te da placer.
Aprender a dejar de esperar es un arte que se hace recontra difícil en épocas donde parecería que lo único que tenemos que hacer es “ir por más” y “nunca rendirnos”, cueste lo que cueste.
Si hay algo en tu vida (o alguien) que ya te diste cuenta no es para vos, algo que ya sabes que no va a pasar, es momento de que te hagas caso y dejes de esperar. Te aseguro que la liberación que vas a sentir no se va a comparar con nada.
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