Si no sos parte activa de la solución, sos parte del problema

 En CUALQUIER ámbito, en cualquier situación y relación, si no sos parte de la solución, sos parte del problema. Tan simple como eso.

Cuando te quejas pero no haces nada para cambiar lo que te está molestando, estás siendo parte del problema

Cuando crees que la culpa es del otro y sentís que vos “no tenés nada que ver”, estás siendo parte del problema.

Cuando solo podés aportar críticas y señalar con el dedo, estás siendo parte del problema.

Cuando perdes el tiempo mirando lo que los otros están haciendo mientras vos no estás haciendo nada, estás siendo parte del problema.

Cuando vos te justificas con excusas del tipo “pero todos hacen lo mismo” para hacer lo mismo que los demás, estás siendo parte del problema.

Cuando te crees mejor que el otro, estás siendo parte del problema.

Dejemos de ser parte del problema.

Empecemos a ser parte de la solución. Seamos parte de los que hacen. Los que aportan. Los que dicen cosas lindas y no critican.

Seamos los que reconocen que no son perfectos.

Hagamos lo que si está a nuestro alcance. Invirtamos nuestro tiempo en mirar lo que hacemos cada uno de nosotros y cambiemos lo que no estamos haciendo bien.

Dejemos de copiar y de esperar. Empecemos a apostar y a evolucionar.

Dejemos de traer pensamientos apocalípticos que generan miedo y sembremos pensamientos de amor, de esperanza, de trabajo personal.

Seamos parte de la solución: cambiemos lo que no estamos haciendo bien en nuestra propia vida en lugar de opinar sobre cómo el otro debería estar viviendo la suya.

Tomemos decisiones. Dejemos de criticar y señalar. Hagamonos cargo de nuestra propia basura y después si pensemos en cambiar el mundo.