A veces no hace falta saber a donde vas. A veces es más importante saber a donde no querés volver.

 Mensaje Universal✨

¿Te pasó alguna vez de no saber bien que es lo que querés o necesitás pero tener muy en claro que hay algo que ya “no es lo mismo”? .

¿Y te pasó además de tener una sensación corporal muy fuerte de rechazo a una situación o persona pero no tener ni idea de cómo hacer para cambiar esa situación/relación?.

Bueno, hoy quiero decirte que a veces, la decisión más importante que podemos tomar no es la de decidir a donde vamos, o que hacemos con esa relación/situación. La decisión más importante a veces, es la de decidir a dónde no queremos volver.

Léeme bien: decidir a dónde no querés volver es decidir de qué manera ya no te querés sentír (sin importar lo que estés sintiendo), en que relaciones ya no querés estar, con qué cosas ya no querés lidiar, que trabajos no querés hacer más y con que tipo de personas no vas a gastar tu energía.

Decidir a dónde no se quiere volver, es clave porque mientras que decidimos cuál es el mejor camino a tomar en un “futuro”, podemos usar lo que ya no queremos para nosotros como parámetro de la próxima decisión. Como parámetro de lo que si queremos.

A veces no hace falta saber a dónde vamos. A veces hace falta tener coraje para decidir que cosas ya no vas a seguir eligiendo en el futuro. A veces hay que tener valor para creerse merecedor de más.

A veces hay que tener huevos para ir en contra de lo que “siempre fue igual” rumbo a lo que nunca se sintió, nunca se tuvo, nunca se fué como persona. Hay que tener ganas de ir por lo que se desconoce sin garantías de nada más que de libertad de elección.

Y sobre todo, hay que dejar de dudar si lo que ya no se siente bien tiene un lugar en tu vida. Por que para ser feliz hay que tener ganas. Hay que tener coraje y hay que animarse a elegir entre lo que ya no hace bien y lo que promete mucho más de lo que nos animamos a imaginar.

Feliz día de elegir lo que ya no vamos a repetir en el futuro 💙

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