La salida es siempre hacia adentro

 La solución a (casi) cualquier problema empieza adentro tuyo. En la forma en la que percibís lo que te está pasando y en la forma en la que te paras frente a tu propia vida.

Es cierto que a veces “pasan cosas” que no elegimos. Pero también es cierto que la forma en la que reaccionamos a eso que nos pasa depende pura y exclusivamente de nosotros.

Y ya se que esto suena a espiritualidad pedorra (y sabes que odio ese tipo de espiritualidad), pero es cierto que a veces, la solución a ciertas cosas esta ahí. Enfrente de tus ojos, adelante tuyo, en lo que parece “tan obvio” que se vuelve “ridículo”. Y la única razón por la que no vemos esa “solución” es porque no nos miramos. No nos detenemos a pensar, a respirar y a básicamente escucharnos.

Hoy, paso por acá para recordarte que la “salida” siempre es hacia adentro. La salida siempre empieza en lo que pensas “del problema” en si y no tanto en el cómo resolver ese problema (el cómo aparece después. Una vez que ya sos consciente de lo que vos pensas o pensabas).

Por eso, sea cual sea el problema (o los problemas) que tengas hoy, empezá por prestar atención a lo que vos pensas de ese problema. A lo que vos crees que es “posible” y a lo que crees que “no es posible”. No te prometo que vas a resolver todo lo que hoy no te funciona del todo bien, pero te aseguro que al menos, vas a salir de la nube mental que tenes.💫