La incomodidad nos despierta

 La sensación de estar incómodos es lo que nos despierta. Lo que nos marca el rumbo a seguir aunque a veces nos cueste tomar la decisión de avanzar. La incomodidad en el trabajo, en el cuerpo, en las relaciones - en la vida en general digamos- es lo que nos va indicando por dónde hay que ir ajustando.

La incomodidad aparece cuando nos enfrentamos a algo nuevo, a algo que hace mucho no hacemos, a algo que “ya no nos va más” y cuando tenemos que aprender a superarnos. La incomodidad es como ese amigo sincero que te tira la posta y te deja dudando. Ese amigo que te dice tres palabras y sentís que te dio la fórmula mágica para resolver todo (aunque también te deja una sensación de enojo por su sinceridad extrema).

La incomodidad es eso: saber que hay algo que no sabes, algo que no te gusta, no queres más o necesitas cambiar de alguna forma.

Y aunque estes haciendo algo “que te guste” o que hayas deseado mucho, no significa que no deberías sentirte incómodo. Porque la incomodidad aparece cuando nos tenemos que mover y mejorar (nos). Cuando nos tenemos que dejar de quejar y hacer algo. Cuando nos tenemos que arremangar y empezar a caminar porque ya no podemos seguir desperdiciando los días.

La incomodidad se “cura” haciendo. Y no hablo de salir a patear tableros ni hacer grandes cambios. Todo lo contrario. Porque la incomodidad es como una canilla que gotea: va de a poco. Casi de manera imperceptible marcándote en lo mínimo. La incomodidad aparece en momentos claves y se queda ahí... esperando a que vos actives, a que te animes. A que empieces. A que termines, aprendas o arregles.

Hoy, si tenes tiempo, pensate un par de incomodidades que estes sintiendo últimamente y anótalas. Hacelas “realidad” poniéndolas en una lista, y fíjate cuántas de esas incomodidades podes resolver/solucionar en un mes.

Que este sea un mes de incomodidades y de movimiento. De aprendizaje y de superación. De valor y de éxitos. Ya es hora de dejar de conformarnos y para eso nos tenemos que hacer responsables.

Si hay incomodidad hay cambios aún por hacer.