Somos también eso que provocamos que el otro sienta lo mismo
Somos, también, eso que le provocamos al otro.
Cuando hablamos de ser mejores versiones de nosotros mismos, hablamos también de esto. De lo que generamos en el otro. Y no hablo solamente de cuando generamos “cosas positivas”.
Porque si sabemos ser, somos también los cuestionamientos desde el amor. La posibilidad de mejorar y cambiar. Somos la honestidad.
Somos la confianza y las ganas de seguir adelante.
Somos lo que suma en el día de otro o somos lo que resta.
Somos lo que el otro no ve de si mismo, somos el espejo para que el otro se mire. Ser mejores versiones de nosotros mismos es aprender también a ser con el otro. Con los otros. Es animarnos a cambiar, es evolucionar. Separados pero juntos.
En medio de tanta incertidumbre a veces, me dejó llevar por lo que otros me hacen sentir de mi misma. Aunque yo todavía no me lo crea, aunque yo todavía no lo pueda ver.
Hoy, trabajemos en eso, en lo que hacemos sentir al otro de si mismo.
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