Vivimos en un mundo donde vibra más un teléfono que un corazón. Y asi no va

Vivimos en un mundo que nos obliga a contar (likes, kilos, followers, calorías). Un mundo donde hay “expertos” en cosas y gente que compra “fórmulas mágicas”.

Vivimos en un mundo que nos pide que seamos otra cosa, sin importar qué, con tal de que sea distinto pero a la vez censura, juzga y critica a lo “distinto”.

Nos pasamos el día organizando y armando y siendo “productivos” y hablando de performance y de resultados y objetivos y análisis estratégicos y nos olvidamos de lo más básico de todo: nos olvidamos de que antes de todo lo demás, somos seres EMOCIONALES. Seres que hacen o deshacen en base a lo que sienten.

Y a la vez ahí vamos, tratando por todos los medios de IGNORAR lo que sentimos... no vaya a ser cosa que sintamos algo “negativo” no?

No pretendo ir en contra de la realidad en la que vivimos porque la verdad es que sería hipócrita tratar de venderte algo que no existe.

Lo que si pretendo, es que por los tres minutos que te tomes para leer este post, SIENTAS.

Sientas las ganas que tenes de ser vos.

Que sientas la fuerza que tenes y siempre tuviste, sin importar lo que estabas viviendo. Pretendo que te sientas latir el corazón y volar con la imaginación. Pretendo que te dejes ser y soñar con algo más. Aunque parezca imposible.

Vivimos en un mundo que nos vive diciendo lo que “es posible” y lo que es “imposible”. Y sabes que? Así nos va.

Por que buscamos la felicidad donde NO está y donde jamás de los jamases va a estar. La buscamos afuera, en lo que hacemos en lugar de buscarla “adentro” en quienes “somos”.

Y de eso se trata el Coaching emocional (al menos cuando trabajamos juntos): en entender de qué manera te “toca” tu contexto (tu vida actual) para que puedas entender por qué te sentís como te sentís y en base a eso, ajustar.

Hoy, date un rato para conectar con lo que te esta pasando. Con lo que sentís. Con tu brújula interna. Con todo lo que estás viviendo, el miedo, las dudas, las ganas, la frustración. Déjate llevar por tu corazón.

Hoy, intenta que te vibre el corazón más que el celular y después me contas.