Algunos comienzos vienen disfrazados de finales dolorosos

 Y si. Porque los comienzos son comienzos gracias a que otra “cosa” terminó

Y a veces los finales son dolorosos. A veces no parecen ser “justos” y otras veces nos desarman.
A veces duelen simplemente porque nos resistimos a ese final y otras duele porque ese final no lo vimos venir. Pero los finales en general siempre duelen porque con ese final también se va una parte nuestra que ya no nos “calza” para el futuro. Y eso, eso está bien.
Los finales, sean como sean, son necesarios porque la vida es eso: ciclos que empiezan y terminan.
Relaciones, trabajos, lugares, y aprendizajes que nos marcan y se convierten en parte de nuestra historia.
Pero sean como sean, los finales, son siempre el comienzo de otra etapa. De otra aventura. De otra versión tuya.
Si ahora hay algo en tu vida que está terminando y con dolor, sabé que seguramente, del otro lado de esto hay una nueva versión tuya esperándote. Una versión tuya más fuerte, más valiente, más sabia y más amorosa. Hay una versión tuya con cicatrices pero con la certeza de saber que sea lo que sea que venga, vas a poder.
Detrás de lo que hoy está terminando hay un nueva historia. Un nuevo comienzo que está esperando, que te está esperando cuando estés listo para soltar lo que hoy duele y no va más.
Dale. No llegamos hasta acá solamente para quedarnos acá. Vinimos a ser felices, y si nos animamos, lo que viene nos va a hacer explotar el alma.

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