Los planes

 Hablemos de los planes queres?

Ya todos sabemos que en la vida casi nunca las cosas salen exactamente como las planificamos no? Y que aunque estemos empecinados en diagramar y controlar, y especular, la verdad es que la vida siempre tiene la última palabra no?
Bueno. Es momento también de entender que la mayoría de las veces el camino no es recto ni las cosas se dan en el orden que pensamos que se iban a dar.
La mayoría de las veces aparecen eventuales, problemas, desafíos, soluciones, proyectos y relaciones que no se parecen en nada a lo que imaginamos en nuestra mente.
Y sabes por qué? Porque es ahí, en medio de lo que “aparece” en el camino donde tenemos la oportunidad de aprender algo. De crecer. De poner en práctica la “teoría” y sobre todo, de evolucionar.
Es ahí, en la delgada línea entre “abandonar” y “seguir insistiendo” donde podemos mejorar, donde podemos arriesgarnos y dónde en general, la vida nos pide que pongamos más fé, más motivación y más amor.
Y léeme bien: con esto no quiero decir que entonces no planifiquemos, no pensemos y no actuemos. Lo que quiero decir es que cuando las cosas se “compliquen” o se “traben” en lugar de sentir que estamos haciendo algo “mal” empecemos a prestar atención.
Porque tal vez, en medio de lo que parece ser un “sin sentido” se esconda la oportunidad más grande de todas para que podamos de una buena vez, empezar a convertirnos en esa versión nuestra que necesitamos ser para llegar a donde queremos llegar.
Nadie dijo que iba a ser fácil. Pero vos baby, vos no viniste a vivir lo “fácil”.
Vos viniste a vivir lo que otros, no se animan a vivir.