A veces, una duda puede más que una razón

 A veces, las dudas del alma pueden más, mucho más que las razones de la mente.

A veces, es la mente la que necesita tener razones y explicaciones.
Al alma le alcanza con dudar porque cuando el alma cuestiona, cuestiona solamente lo que tiene sentido cuestionar.
Y todos ya sabemos que en verdad, el alma nunca cuestiona, el alma asegura. Y por eso es que a veces las dudas nos pesan más, mucho más que todas las razones.
Otras veces sabemos, pero preferimos hacernos los distraídos porque es mejor dudar que saber. A veces nos sentimos más cómodos dudando que sabiendo. Y sabes que? Esta bien. Porque a veces, quedarse con la duda nos permite seguir construyendo sobre la racionalidad y la cordura.
A veces las dudas están ahí solamente para recordarnos que estamos vivos, que tenemos alguna que otra certeza y miles de millones de dudas. Que nada es seguro y que la verdad es que no sabemos nada de nada porque estamos todos improvisando.
A veces, las dudas pueden más que las razones y eso es parte del aprendizaje también. Es parte de ser un simple ser humano que no tiene todas las respuestas sino que por el contrario, solo tiene dudas.
A veces, las dudas nos pesan más que todas las razones del mundo juntas y nos pesan más que todo lo que tratamos de entender porque a veces, no se trata de entender, sino de animarse a sentir.
Pero y después?
Después no tengo idea. Después vemos.

Comments

Popular Posts