La mente quiere respuestas porque no confía en lo que el alma quiere hacer

 La Mente nunca confía en el Alma.

La Mente es Mente y quiere respuestas. No quiere sentimientos ni dudas. Quiere certeza. Y quiere acción y quiere resultados y los quiere para ayer.
La Mente quiere un plan y quiere orden y si se puede, también quiere alguien a quien culpar por lo que no salió y lo que no fué y lo que no hay.
El Alma en cambio, el Alma es sentimiento y aprendizaje.
El Alma es la voz que a veces cuesta escuchar. El Alma es lo que te mantiene en tu convicción, porque es tu intuición. El Alma es la sabiduría que vos sabes que tenes.
El Alma es certeza y es dudas y es saltos cuánticos y es lanzarse a lo que siempre parece que va a ser un “vacío” inmenso pero termina siendo todo lo que te llena.
El Alma es lo que ya sabemos de otra vida y de otras vivencias y de lo que el corazón nos dijo.
Porque el Alma fue siempre Alma y la Mente es solo Mente. Y como ya se conocen, el Alma siempre deja que la Mente hable y cuestione y pregunte y analice. Porque el Alma siempre sabe. Pero entiende de procesos y entonces deja que la Mente haga el suyo.
Y es entonces que de pronto, un día cualquiera, el Alma le susurra a la mente las verdades innegables, Y es ahí, cuando la mente entiende lo que no quería entender.
Por eso, el Alma siempre tiene las respuestas que la mente necesita.