¿Y si salgo y la puerta se cierra?

 ¿Cuantas veces nos quedamos, nos privamos, nos obligamos y nos ignoramos con tal de no dejar de ser quienes nos dijeron que teníamos que ser?.

¿Cuantas veces la libertad nos aterra más que la “zona de confort” y lo que ya no nos cierra del todo? ¿Cuantas veces nos achicamos para caber, nos callamos para no molestar y no pedimos con tal de no quedar como ambiciosos? ¿Cuantas veces soñamos chiquito y mediocre con tal de no incomodar a quienes no quieren ver más allá?.
¿Cuantas veces silenciamos lo que nuestra alma nos está pidiendo con tal de no dejar de ser quienes fuimos hasta ayer? ¿Cuantas veces nos adaptamos con tal de no molestar a quienes están cómodos donde están?
Y sabes que? Al final nunca se trata de convertirte en alguien diferente. Al final se trata de dejar de cargar con “deberes seres” para empezar a ser por fin, quien vos viniste a ser.
Pero, ¿ y si no se quien vine a ser?
Si no sabes no pasa nada. Porque tal vez y solo tal vez, no se trate de saber a dónde vas, sino de dónde necesitas correrte.
Feliz vida de andar por caminos desconocidos 🌀