La incomodidad

 La incomodidad siempre viene a mostrar que hay algo que necesita ser ajustado, revisado, re pensado.

La incomodidad siempre viene a pedirte que te mires. Que te preguntes. Que te des tiempo y que te respondas. Porque la incomodidad es esa sensación de saber que hay algo que necesitas cambiar pero no sabes bien como. Es la sensación de miedo que te recorre el cuerpo cuando pensas por un instante en hacer algo diferente a lo que venías haciendo. En ser alguien diferente. En elegir cosas diferentes.
La incomodidad es la puerta para aprender. Para crecer. Para evolucionar. La incomodidad es también darte permiso para aprender lo que no sabes, para mejorar lo que ya conoces y para abrirte a una nueva aventura. Es también un gran indicador de cosas que cambian o terminan o ya no son para vos.
No se vos, pero yo me vengo sintiendo incomoda desde hace varios meses. Vengo cuestionando y preguntándome y dándome tiempo y permiso para investigar, para sentir. Para pedir y para cambiar. Vengo sintiéndome incómoda, súper incómoda, y a pesar de sentirme súper vulnerable, sabes lo que más me gusta de la incomodidad? Que si sabes mirarla de frente y si podes rendirte a sus pies, y confiar ciegamente en lo que tiene para mostrarte, podes estar frente a uno de los grandes aprendizajes de tu vida.
Y quien te dice, si te animas a sentirte incómodo por un tiempo al final logres ser quien vos necesitas ser para vivir la vida que queres vivir hoy.