Tu problema no es que le pedís mucho a la vida. Tu problema es que le pedís muy poco

 Tu problema es que cuando soñas y pensas en lo que queres, pensas chiquito.

Cuando pensas en lo que deseas, en verdad pensas en lo que te dijeron que podías querer. En lo que te dijeron que era posible.
Y claro, te encontras luchando contra tu propia alma que sabe que vos podes más, deseas más y sos más de lo que jamás te permitiste ver.
Te encontras con tu alma pidiéndote que te animes aunque no sepas cómo.
Tu problema, es que pedís poco y entonces, crees que mereces poco. Que sos poco. Y que hay poco.
No se vos pero yo ya me cansé de pedir poco.
Yo quiero todo.
Y entonces voy a darlo todo. Porque ojo, para pedirlo todo, tenemos que estar dispuestos a darlo todo.
Y pero si lo doy todo y no consigo lo que quiero?
Si lo das todo y nada sale como vos esperabas, y te das la cara contra la pared, al menos te quedarás con la satisfacción de haberlo intentado todo.
Y sabes que? Nadie nunca se arrepintió de haber sido valiente.