Vas a necesitar unas gafas de sol porque el futuro se ve muy brillante

 Te aseguro que el futuro es brillante.

Y sabes porque te lo digo? Porque el futuro depende del hoy. Simple como eso. Tu futuro lo estás construyendo ahora. En este instante. Con cada pensamiento que elegís alimentar.
El futuro lo construís también con cada mínima cosa que elegís hacer porque sabes que te va a hacer bien aunque te de fiaca. Lo construís con cada detalle de tu día. Con cada momento en el que te das permiso para no saberlo todo y entonces aprendes algo nuevo y eso alimenta ideas nuevas que generan experiencias nuevas y que te traen futuros diferentes.
El futuro lo construís con cada vez que frenas a dar un beso, a decir “gracias” “te quiero”, “perdóname”, “necesito un poco de amor”, “hablemos”, “dame un rato para pensar” y cualquier otra elección de palabras que te ayuden a conectar con el otro.
El futuro lo construís con cada mini cosa que te prometes y te cumplís. Con cada mini gran cosa que logras. Con cada cosa que agradeces y cada otra que das.
Por eso es que el futuro es brillante. Porque ya entendimos que hay mil cosas que no podemos (ni debemos) controlar, pero hay otras mil quinientas millones que si podemos, y ahí somos poderosos. Somos inmensos. Somos imparables.
Por eso, nuestro futuro es brillante.