Nada tarda tanto en llegar como lo que nunca se empieza

 Sea lo que sea que estes deseando empezar, empezalo hoy. O mañana, pero empezalo. Porque el tiempo va a pasar igual. Y porque cuando ese tiempo haya pasado, vas a desear al menos haberte dado la oportunidad de haber empezado y probado y confiado. Y si en el medio te das cuenta de que eso que empezaste “ya no es”, no pasa nada. Pero al menos saquémonos la duda de que pasaría si hacemos, cerramos, arrancamos, empezamos.

Empecemos esos proyectos que parecen demasiado grandes, y esos sueños que parecen inalcanzables. Arranquemos el proceso aunque parezca eterno y aunque hoy solo tengamos muy poco.
La clave está en empezar. En probar. En dar ese primer paso que obviamente no te deja donde queres, pero que te saca de donde estás.
Que podamos empezar todo eso que decimos querer y desear, pero que sigue ahí, esperando que un día nos decidamos a avanzar.
Quien te dice, si empezamos hoy mañana estemos un pasito más cerca de alcanzar eso que nos está esperando.
Feliz día de empezar.