Abrazar lo que somos mientras vamos en búsqueda de lo que queremos ser

 Abrazarnos fuerte. Abrazarnos y hacer lugar para lo que somos hoy. Dejar de mirar lo que aún no para enfocarnos en todo lo que ya si. Todo lo que nos trajo hasta acá.

Bancarnos. Tenernos paciencia. Tratarnos con empatía y amor. Abrazar el caos que somos mientras seguimos avanzando hacia lo que todavía no es real. Abrazar la incomodidad y el cambio. Abrazarnos. Sostenernos. Y no soltarnos.
No apurarnos. Ir despacio porque nada que se apura se disfruta ni se valora.
Abrazarnos. Hacernos el aguante y dejar de medirnos con varas ajenas. Ser quienes podemos ser hoy y seguir andando.
Quien te dice, si nos abrazamos hoy, si nos hacemos el aguante y nos sostenemos en la metamorfosis desordenada que somos, de pronto nos encontremos siendo esa versión nuestra que no tiene apuro y solo está acá, viviendo un día a la vez con la intensidad de quien sabe que lo que se cuida y siembra hoy, tarde o temprano termina dando sus frutos.