Todas las grandes decisiones las tomé temblando

 Las decisiones que nos vienen a cambiar la existencia requieren muchas veces de un animarse a algo que no se conoce, ni se sabe, ni se puede necesariamente garantizar.

Porque la metamorfosis de dejar de ser quien fuiste para convertirte en quien necesitas ser hoy, exige muchas veces confiar en lo que no se ve, no se sabe o no se conoce por que solamente se siente. Y se siente intensamente.
El miedo a que el peor escenario se haga realidad, el miedo a no estar a la altura, el miedo a perder lo construido, o a dejar lo conocido.
Sea cual sea el miedo, la verdad es que el miedo es parte del cambio. El miedo es parte del confiar en algo que no necesariamente te da certezas en un primer momento, pero te rebalsa de sentimientos.
El miedo es la gran barrera que muchas veces no cruzamos simplemente porque nos creemos incapaces.
Pero la verdad es que cuando temblando de miedo y confiando solo en tu saber, vas y elegís lo que tú alma sabe que tenes que elegir, cambias tu historia. Cuando a pesar de las dudas, te quedas solo con las certezas es cuando empezas a escribir otra historia. Tu historia.
No sé si todas las decisiones hay que tomarlas temblando para que sean decisiones que nos cambien la existencia, pero si temblar de emoción, vértigo, incertidumbre y felicidad es la clave para construir la vida que realmente deseamos, dame siempre elegir con el fuego interno que me hace temblar de orgullo de ser quien necesito ser.