De escombros solo queda construir

 Cuando el mundo se te viene abajo, solo queda respirar profundo y esperar para volver a barajar.

Cuando el futuro parece incierto y lo que te imaginas da terror, solo queda agarrar fuerte de la mano a quienes aún creen en vos. Aunque ni ellos entiendan a dónde vas o para qué.
Cuando lo único que tenes es una mínima esperanza y el cansancio se apodera de vos, solo queda volver a pararse y empezar otra vez. Aunque no sepas de dónde vas a sacar las ganas y la fuerza.
Cuando el miedo es más grande que cualquier proyecto, lo único que podes hacer es preguntarte quién queres ser ahora que ya no tenes nada que perder.
Porque cuando lo único que te queda son los escombros de lo que alguna vez fue tu refugio, solo queda usar todo eso para volver a construir con más amor, más paciencia y más ganas.
Cuando el mundo parece venirse abajo, lo único que podes hacer es volver a construir porque a veces, la vida se nos derrumba para que construyamos algo mejor, más fuerte y más coherente con quienes somos hoy.
Y ojo, que construir desde los escombros no es fácil. Pero vos y yo sabemos, que si quisiéramos una vida fácil, no estaríamos acá, haciendo lo que nadie más se anima a hacer, en búsqueda de lo que nadie más se anima a soñar.