La jaula espera abierta a que salgas cuando puedas

 La jaula mental la armamos y nos metimos adentro y nos acomodamos orgullosos de tenernos enjaulados y controlados.

La jaula la construimos nosotros mismos, con cada pensamiento y creencia. Meticulosamente armada y diagramada para no dejar escapar ninguna idea o sueño demasiado grande, al fin y al cabo no queremos que el resto del mundo piense que andamos pensando por fuera de la jaula.
La jaula en su momento, era hermosamente amplia. Tan grande que creímos nunca llegar a recorrerla en su totalidad. Tan luminosa parecía la jaula que pensamos nunca necesitar descanso de su luz. Amplia, luminosa y construida a voluntad y deseo propio. Pero es una jaula al fin. Es una jaula que nos mantenía seguros. Confiados. Sabiendo que mientras estemos adentro, nada demasiado expansivo podría alcanzarnos y tentarnos con ser.
Pero resulta que ninguna jaula puede contener el deseo del alma. Ni los aprendizajes de vida.
Porque los deseos del alma siempre encuentran la forma de manifestarse y todos terminan en aprendizajes de vida y nada que nos impulse a nuestra expansión puede ser evitado. nada. Ni siquiera por una jaula perfectamente diseñada por la mente.
Y entonces acá estamos. Jugando a ser “los limitados”. No vaya a ser cosa que nos vean corriendo por fuera de la jaula. Y ahí está la jaula. Esperando a que salgamos cuando nos sintamos listos. Cuando nos sintamos correctos. Cuando los otros nos dejen o nosotros podamos.
Y ahí está la jaula. Con las puertas abiertas esperando que salgamos cuando nosotros podamos. Pero que salgamos.
Y ahí estamos nosotros, deseando poder salir de la jaula que nosotros mismos armamos, y que tiene la puerta abierta.
Y ahí vamos. Deseando ser libres sin animarnos a dar el paso. Deseando ser mas, pero temiendo que los otros nos vean.
Y así pasamos días, meses, años, sintiéndonos presos de limites y creencias que nosotros mismos nos armamos. Sintiéndonos incomprendidos y mirando desde adentro, lo que no nos animamos a vivir en el afuera.
Y es por todo eso, que el único deseo que deberíamos pedir cada día, es que las jaulas que nos construimos, no nos impidan ser quienes realmente vinimos hacer.

Comments

Popular Posts