Nada es imposible cuando confías que la vida conspira a tu favor

Nada es imposible cuando no hay pruebas para el cómo, ni el cuando, ni el donde, porque lo que alimenta tu compromiso no se puede medir.

Nada es imposible cuando confías ciegamente en que lo que es para vos, no se pasa de largo. Cuando juras aun sin tener garantías, que en el Universo no hay errores y que lo que está destinado a encontrarte, nunca jamás se pierde en el camino.

Nada es imposible cuando no contas días, ni horas, sino señales y sincronicidades. Cuando no medís el tiempo sino la alegría que te deja cada experiencia y los aprendizajes que guardas en el corazón.

Nada es imposible cuando te arriesgas y usas solamente tu fe como paracaídas y tu coraje como GPS. Nada es imposible cuando miras a los que dudan porque saben que no será fácil, pero caminas de la mano de los que solo buscan el crecimiento que regala cada aventura.

Nada es imposible cuando haces oídos sordos a los desconfiados que miran pasar las oportunidades por miedo a ser verdaderamente felices, o verdaderamente vulnerables.
Nada es imposible cuando alineas lo que pensas, lo que decís y lo que haces con lo que sentís en el alma.

Nada es imposible cuando sabes que el Universo está de tu lado. Esperando que te subas a esa idea que parece locamente hermosa pero para la que no tenes plan ni mapa. Nada es imposible cuando dejas de dudar y empezas a confiar.

Que esta segunda mitad del año, nos animemos a la aventura de lo imposible de lo descabellado.
A la aventura que nuestro yo del pasado jura inalcanzable. A la invitación que solo aceptan los que quieren escribir historias usando su propia vida como musa inspiradora.
Que esta segunda mitad del año nos ilumine caminos y nos lleve a puertos amorosos llenos de oportunidades. Que podamos suspirar de felicidad, atesorando experiencias que no se pueden pagar con personas que no tienen precio.

Que en lo que queda de este año, vivamos como sino hubiese un mañana pero disfrutando como si tuviésemos todo el tiempo del mundo.

Feliz semana de ser extremadamente valientes sabiendo que los sueños están para graduarse de ellos y la vida solo se tiene que vivir, un día a la vez.