Es fácil creer cuando todo está bien, lo difícil es creer en la adversidad

 Y si. Porque cuando todo te está saliendo bien es mega fácil tener fè y sentirse motivado.

Pero y cuando todo parece derrumbarse? Cuando nada parece salir bien? cuando las “papas queman”?
Uf!!! ahí es donde se te cierra el pecho, y la angustia se apodera. Donde ves todo “negro” y nada ni nadie parece “estar de tu lado”. Y ahí, ahí es donde podemos elegir.
Porque sabes que? Cuando las cosas se ponen “difíciles” es cuando más vale que sigas creyendo. Que sigas confiando.
Cuando las cosas (y las personas) parecen “salirse de control” es cuando el Universo nos da una oportunidad de ser quienes queremos ser.
Cuando las cosas se complican, dice la teoría, que es cuando el Universo quiere que avances.
Que decidas, pero desde tu versión mejorada.
Ahí, es cuando el Universo te pide que seas más vos que nunca.
Cuando todo se complica y parece no haber salida, es cuando La Vida te está dando una oportunidad perfecta de que te hagas cargo. La oportunidad de que te hagas responsable de tu propia vida y decidas (y actúes) con la seguridad de saber que el Universo siempre te cuida la espalda.
Cuando las cosas se compliquen, creamos más que nunca. Confiemos más que nunca.
Porque la vida es de aquellos que se animan a ir en contra de la corriente. Para aquellos que no solo quieren convertirse en una mejor versión de si mismos, sino que cuando tienen la posibilidad de abandonar, se agarran más fuerte que nunca.
Y vos y yo sabemos, que vos, vos no viniste creer a medias y cuando “es fácil”. Vos viniste a ser con seguridad. En las buenas y mucho más, en las malas.