Hay que hablar de lo que duele para que duela menos

 Hablar. Siempre hablar.

Cuando vos puedas pero hablarlo.
Hablar de lo que nos duele, cómo podamos.
Con quién podamos, pero hablarlo.
Hablar de lo que aún no sanó, de lo que aún está ahí latiendo.
Hablar de lo que no podemos olvidar y de lo que necesitamos dejar atrás. De lo que nos pasó y de lo que aunque “debería” dejar de molestar sigue ahí, tan presente como si lo hubiésemos vivido hace minutos. Porque el tiempo emocional no es el mismo que el tiempo “lineal” que describe hace cuánto pasó lo que pasó.
El tiempo emocional, es diferente. Procesa a otro tiempo.
Con otra frecuencia y otra energía y mientras “seguimos nuestra vida”.
Así que sin importar hace “cuanto” haya pasado lo que hoy te duele y sin importar tampoco cuántas veces ya lo hayas hablado, hablá.
Escribí.
Poné en palabras el dolor.
Porque sabes qué? A veces, lo que duele no es lo que pensamos que duele, sino lo mucho que estamos ignorando el dolor..
Con amor y con respeto, pero de hablarlo.
💙