De las almas y los mensajes

 De las almas y los mensajes.

La teoría dice que antes de venir a esta vida, las almas nos juntamos con todas la otras almas con las que vamos a aprender juntos y firmamos los pactos sagrados de enseñanza y aprendizaje.
En esos pactos, las almas arreglan momentos exactos en los que van a cruzarse, aprendizajes perfectos donde todas las almas involucradas van a “salir beneficiadas” y experiencias tan particulares que parecen dignas de un juego de ajedrez.
La forma de encontrarse con esas almas en esta vida varía y mucho. A veces lo hacemos en el rol de amigos, otras en el rol de pareja, socios, hermanos, psicólogo, coaches, perros, gatos, vecinos o extraños que se cruzan en el ascensor. Lo que menos importa es la forma del encuentro (aunque eso siempre está perfectamente diseñado). Porque lo más importante siempre es el mensaje, la enseñanza.
Sea cual sea el rol que cada uno haya adoptado, una vez en esta “experiencia” ese pacto no se recuerda para que el aprendizaje pueda ser perfecto.
Y ahí vamos... cada uno siendo parte de esos pactos con todas esas otras almas, sin percatarnos de nada. Sin recordar nada. Y sin sospechar nada.
Pero a veces, pasa que esas almas ya compartieron varias vidas, varias experiencias y varios pactos sagrados.
Y entonces, aunque la mente no pueda entender el porqué ni recordar ese pacto originario, el corazón (que siempre sabe la verdad) te hace sentir algo especial. Algo que no se puede explicar con palabras pero si con sensaciones.
Todos somos parte de un pacto con otra alma. Y aunque no nos acordemos, lo más lindo es que siempre estamos ahí.
En el momento que prometimos estar. Para aprender y enseñar lo que pactamos en aquel momento. Cuando éramos ni más ni menos que almas.