Hay situaciones que te enseñan a mirar con otros ojos

 Hay situaciones que no se pueden explicar de forma racional. Y entonces, sólo nos queda improvisar teorías alternativas para tratar de explicarle a la mente lo que ni el alma entiende... (o no recuerda).

Hay veces donde El Universo, La Vida, El Destino (o como sea que se llame) prepara situaciones, escenarios, encuentros, tan pero tan imposibles de entender con nuestras mentes de “seres humanos racionales” que nos vemos obligados a mirar con otros ojos. A sentir con más corazón y a poner más amor.
Hay veces donde El Destino, hace de las suyas y cuando menos te la esperas, en donde menos te lo esperas, te hace explotar la vida. Y ahí, ahí si te dejas llevar, la vida te muestra otra cosa. Porque de pronto muchas cosas tienen otro sentido y lo que hasta ayer parecía ser una carga, pasa a ser un propulsor que te obliga a salir de tu zona de confort temblando de miedo y apostando solamente al vago sentimiento de confianza que no sabes de dónde viene pero que es imposible de negar.
Esas situaciones, donde nada parece tener sentido y al mismo tiempo todo parece tener un sentido tan claro que parece joda, son las situaciones que quiero seguir viviendo. Esas son las experiencias que te deseo y los encuentros que valen la pena. Los encuentros de almas que vuelven a encontrarse como si nada, para recordarse que las cosas siempre tienen un lado “B”. Un lado que desconocemos y que simplemente nos invita a jugárnoslo todo, confiando en que el alma siempre sabe cosas que nosotros no recordamos. Y sobre todo, que cuando dejamos de querer controlar y simplemente nos dedicamos a ir un día a la vez, podemos ver cosas que nunca antes pensamos que podían existir.
Porque vos y yo sabemos, que no sabemos nada, pero eso no importa porque sentir, sentimos todo.