Nos enamoramos de las personas que nos hacen amarnos

 Pensamiento de viernes no apto para reacios.

¿No hace falta que hablemos de que en cada relación (amorosa o no) tenemos frente a nosotros una gran oportunidad para aprender no?
Ahora, hablemos del enamoramiento en sí. Está claro que no nos enamoramos al azar de cualquiera. Nuestra mente inconsciente hace un gran trabajo para enamorarnos de aquella persona que va a ayudarnos a trabajar en esos aspectos personales que aún necesitan un poco de “pulido”.
Sea una relación amorosa o alguien a quien admiras y te “enamora” por su forma de ser, la realidad es que el enamoramiento tiene que ver también con lo que el otro nos hace sentir de nosotros mismos.
Y si bien es cierto que nos “enamoramos” de personas por lo que ellas “son”, lo cierto también es que nos enamoramos de quienes nos hacen enamorarnos de nosotros mismos.
Nos enamoramos de quienes nos hacen sentir bien, con nosotros mismos. Nos enamoramos de quienes creen realmente en nosotros. De quienes nos alientan a ir por más. Nos enamoramos de quienes nos enseñan que podemos pensar diferente, y de quienes nos dan la posibilidad de cambiar.
Nos enamoramos de quienes nos cuidan y así nos hacen ver lo mucho que valemos. Nos enamoramos de quienes nos admiran y de quienes nos hacen querer ser mejores versiones de nosotros mismos día a día.
Sea quien sea que te tiene “enamorado”, aprovecha para agradecerle por enseñarte a quererte a vos mismo.
Y léeme bien: que no estés en pareja no tiene nada que ver. Porque si no hay “nadie” del otro lado ayudándote a que te enamores de vos mismo (aunque siempre hay: un amigo, un hermano, un compañero, un mentor, etc) entonces es un buen día para agradecerte a vos mismo, por que al fin y al cabo si llegaste hasta acá es gracias a vos.