Cuando soplan vientos de cambio, ajustar las velas y confiar en que la vida siempre nos está guiando

 Existen momentos, donde los cambios tocan la puerta y las ganas de que todo siga igual se apoderan de nosotros. Existen momentos donde lo que esperábamos hace tiempo finalmente llega, lo que parecía lejano deja de serlo y lo que creímos imposible se vuelve realidad. Existen momentos donde nos toca armar las valijas a todo eso que fue y hoy ya no es.

Es en esos momentos donde muchos nos aferramos al pasado como si fuese en antídoto a nuestros miedos.
Es en esos momentos, de miedo y adrenalina, donde toca buscar coraje. Es en esos momentos donde la vida nos pide que ajustemos las velas y nos lancemos a la misión de re encontrarnos. Donde toca reagrupar y salir a la nueva aventura, confiando ciegamente en que la vida siempre nos va guiando hacia la nueva expansión.
Es en esos momentos de desafíos, oportunidades y proyectos que nos hacen temblar, que tenemos la oportunidad de avanzar y de cambiar. De crecer y de poner en practica todo lo que hoy somos y ayer dejamos de ser.
Es en esos momentos, donde sin importar lo muy preparados que estemos, o lo muy improvisados que nos animemos, que toca ajustar velas para que el viaje sea mas placentero.
Es en esos momentos de incertidumbre bañada de adrenalina y de seguridades cayendo por la borda, que si ajustamos velas y nos dejamos llevar por los vientos de cambio, llegaremos a puertos jamás pensados.
Es en esos momentos de direcciones cambiando, que radica la magia de las posibilidades que se abren a nuestros pies y de universos colapsando para crear lo imposible.
Es en momentos de vientos de cambio, donde los valientes ajustan velas, y los miedosos buscan brújulas.
En tiempos de cambios, ajustar las velas, sin importar a donde nos lleve el viento. Porque solo quienes se animan a confiar en su propio mapa escriben historias que otros se sientan a leer en búsqueda de inspiración.
Que puedas seguir el mapa de tu propia vida, y te rindas frente a la majestuosidad de la vida, invitándote a ser quien vos viniste a ser.