Te salva ser vos. Siempre vos

 Dicen los que saben que no hay formula mágica en la vida sino que hay magia en la vida bien vivida porque al final del día, nos salva lo que resuena con nuestra alma. Al final del día, nos salva volver a nosotros. Nos salva silenciar el afuera para ir al adentro.

Nos salva el ruido de ideas y nos salva el silencio cuando la vida aturde. Nos salva lo que nos gusta. Lo que nos corre de la duda. Lo que nos conecta con nosotros y nos aleja de "los otros". Eso nos salva. Porque en definitiva, en un mundo donde todos parecerían tener las respuestas, gana el que se anima a hacerse nuevas preguntas. 

Te salva lo que te gusta de vos cuando te dejas de exigir y te permitís recibir. Te salva también lo que decís con amor y lo que callas con calma. Lo que pedís y lo que das cuando lo haces con confianza y certeza de saber que la vida es un boomerang y todo lo que das, vuelve. Te salvan las preguntas que te haces y te permitís responder y te salvan las dudas cuando el ruido es muy fuerte. 

Te salva quien te gusta y te hace querer ser mejor persona. Te salvan las ganas, los romances y las flores. Te salva hacer lo que te distrae del drama. Lo que te pide pausa. Lo que te regala minutos de vida bien vivida. 

Te salva la música, el café, los amigos. Te salvan los alfajores y los chocolates. Te salva un vaso de agua fresca y a veces, una seca cuando la vida aprieta. 

Te salva una siesta, una cena. Un heladito. Te salva tu perro, tu gato y pisar el pasto. Te salva el viento, el mar y mirar el cielo cuando tenes los ojos cansados. Te salvan tus hijos también. Tu novio. Tu mujer, tus amigos tú a veces, tú trabajo. Te salva tu marido. Tus vecinos, y el comentario al pasar de alguien que te dice exactamente lo que necesitas escuchar. Todos ellos te salvan. 

Te salva el sol y a veces la sombra. Te salva respirar y jugártela. Pero también te salva esperar y agradecer. 

Que agosto sea un mes donde sin importar lo que pase, podamos salvarnos y abrazarnos en medio de un mundo que pide a gritos que nos lancemos al vacío existencial de buscar afuera lo que ya existe en nosotros.

Que agosto sea un mes donde puedas ser tu propia luz para que yo pueda ser la mía y juntos, brillemos tanto que el sol piense que tiene competencia. Que en agosto y siempre siempre, puedas salvarte siendo quien vos viniste a ser.